Mike Trace, director del Consorcio Internacional de Políticas de Drogas (IDPC) realiza declaración de ONG en nombre de Drugscope
Tengo varios comentarios sobre la operación del sistema de reclasificación de sustancias. Vivimos un momento de constante diversificación del mercado dela droga y de rápida expansión de desarrollos científicos sobre los riesgos y tendencias de uso de drogas y sus impactos, el proceso de reclasificación y planificación es todavía más importante. Se trata de evaluar el riesgo de restringir el uso médico y el uso no médico.
El sistema de las Naciones Unidas tiene sus propios procesos para la toma de esta decisión, pero también lo hacen los estados miembros. Hay 3 principios para este proceso: el aumento de las preocupaciones en torno a una sustancia en particular, el proceso de evaluación de riesgos y la ciencia, y la decisión sobre si se debe prohibir – a nivel nacional e internacional.
En el ámbito de la ONU, el proceso de evaluación de riesgos científica corresponde a la OMS, la decisión es tomada por este foro e implementada por la JIFE.Tenemos que admitir que no funciona este sistema con la fuerza que se necesitaría, sobre todo debido al uso de los recursos. El Comité de Expertos sobre la dependencia no tiene recursos para responder rápidamente a situaciones cambiantes, con tantas nuevas sustancias, y no ha sido capaz de revisar constantemente las sustancias que ya estaba previsto.
Hay un problema fundamental con este proceso científico. El papel de la JIFE es claro, a veces es motivo de preocupación y tiende a tener un papel en la expresión de opiniones sobre la ciencia y la evaluación, que puede suponer un conflicto con el asesoramiento de la OMS. Esto conduce a dificultades para los Estados miembros, que tienen que considerar de dónde está viniendo el asesoramiento técnico. La tentación es, por tanto, participar en la programación de decisiones a través de otros mecanismos.Está claro para nosotros que este difícil proceso está relacionado con muchas cuestiones sobre la toma de decisiones sobre clasifición de sustancias, como por ejemplo con la hoja de coca, lo que lleva a los Estados miembros que se involucren en otros procesos políticos. A veces, los Estados miembros no están de acuerdo con las recomendaciones de la OMS, pero los mecanismos para la resolución de estos conflictos son débiles.
Les pedimos que se preste atención a los procesos estructurales para la toma de decisiones de clasificación y planificiación, lo que requiere una resolución de las cuestiones de recursos. Es momento de salir de un proceso bajo recursos científicos, que ya no es sostenible.