Evento paralelo de Coalición para la Reducción de Daños sobre aplicación del proyecto de ley para la diversión asistida (LEAD)

Alan Clear, Ham Reduction Coalition
La aplicación de la ley penal en los Estados Unidos ha sido muy dura, y el número de personas   encarceladas es insostenible.

Ian Goodhew, Deputy chief of staff – kings county
prosecuting attorney’s office

En 1988-2002, había una perspectiva de enjuciciamiento de traficantes minoristas con enormes tasas de fiscalización y encarcelamiento de de traficantes minorista, tal y como ha predominado en los Estados Unidos en las últimas décadas con la “guerra a las drogas”. Los individuos eran procesados por tener  y por traficar muy pequeñas cantidades de droga y cuando les enviabamos a prisión, les creabamos un antecedente penal que dificultaría a posteriori su integración social.  En términos sociales, pero también económicas nuestra práctica no estaba funcionando. En 2002 cambiamos a un enfoque más integral, integrando la reducción de daño, debido a

Se trató del proyecto LEAD es un proyecto innovador formado por un número de organizaciones, con la participación muy activa del departamento de Policía de Seattle, la fiscalía del condado de King, la asociación de abogados públicos defensores, y con el apoyo también de ACLU, departamento de correcciones, la oficina del sheriff, etc.

LEAD ofrece a la policía de calle la posibilidad de canalizar a los delincuentes de bajo nivel a servicios de tratamiento. También da a los pequeños delincuentes de drogas de bajo nivel a elegir entre la cárcel o servicios. Una gran  servicios se ofrecen en el programa, incluyendo el tratamiento de drogas, capacitación para el trabajo, la educación, la vivienda de los trabajadores de casos, etc están disponibles las 24 horas del día, así que cuando se procede a detenciones, que al instante se puede ver a un trabajador social si deciden entrar en el programa.
El programa surgió como respuesta al periodo de 1988-2002 cuando se incrementó el mercado minorista de drogas en el distrito. Los arrestos en la zona eran alísimos y las penas de prisión se duplicaron y a veces se triplicaron. En 1993 el 26% de todas las personas privadas de libertad en el estado de Washington estaban relacionadas con delitos de drogas.
Las detenciones habían centrado de manera desproporcionada en los afroamericanos. Los litigios constantes por la asociación de abogados defensores nos llevaron a la necesidad de explorar una nuevas soluciones. Estabamos gastando muchos recursos y tiempos en ello.
En 2002, Norma Maleng comenzó a abogar por la reforma de la ley del estado sobre drogas. Los fiscales de línea dura comenzaron a pensar que el tratamiento, no la cárcel es la solución. Otra de las razones para el cambio de legislación fueron los recortes presupuestarios crecientes, – las viejas formas de enjuiciamiento suponían una intensivo en recursos. Nuestro presupuesto fue continuamente recortado y ya no teníamos los recursos para procesar como siempre lo habíamos hecho. De hecho, no era costo-efectivo. Los recursos para perseguir, fiscalizar y después mantener a los detenidos en la cárcel eran altísimos. Además no estaba funcionando esta práctica. Había muchas tasas de reincidencia. En vez de tratar a los individuos como criminales debía tratarlos como paciente.
Este programa comenzó sin financiación gubernamental, financiado con fondos privados, como la Open Society Foundation. Fue un gran éxito. En 2012, los procesamientos eran 2000 por año. Para 2010, se habían reducido a 400.
En términos operativos, la primera ves a primera vez que los pequeños detenidos aceptan el tratamiento, pasan 2-3 horas con un administrador de casos, y como tal no será acusado del crimen. Solo el 3%  de los detenidos minoristas decidieron no integrar el programa. El éxito del programa no se basa en la abstinencia, sino que adopta un enfoque de reducción de daños, alientando a sus beneficiarios no ha reducir a cero su consumo, sino a entrar en programas de sustitución, etc. De hecho, la persona elige como querrá ser tratada y también son libres de dejar el tratamiento cuando lo deseen.

Jim Pugel , Assistant Chief Seattle police department.

Estaba encargado del downtown Settle area.

Nuestros desafíos antes que comenzara el proyecto LEAD en 2002 eran múltiples.

  • Negocios y residente quejas de trastornos relacionados con las drogas
  • La preocupación por la desproporcionada racial de los arrestos por drogas
  • La mayoría de estos traficantes minoristas lo son para sustentar su propio consumo.
  • Muy caro económicamente para todas las agencias involucradas.
  • La mayoría de los usuarios de subsistencia. Se vendía drogas para poder pagar allí el alquiler, la comida o más drogas. Se estaba criminalizando a una población a veces vulnerable y evitando su integración social.

Cabe destacar que los requisitos para entrar en el programa LEAD se basan en no tener delitos de sangre y en

  • Poseer menos de 3 gramos de droga para venta o  posesión
  • Ser una persona que no ha explotado a otros ni a menores para la venta
  • No estar promoviendo la prostitución
  •  En general, la persona que no ha cometido robo asesinato incendio premeditado, violación, asalto, violación arma.

El programa-que a la reducción de daños no se aplican a la abstinencia. Cabe señalar que es una decisión muy dura políticamente permitir el consumo de drogas y
solicitar a sus usuarios que al menos cuando lo hagan no dañen a la
comunidad.

Solo el 3% de la gente dijo que no quería ser tratada, que prefería ser enviada a prisión.

Kris Nyrop, The defenders project
Los principios básicos es ofrecer servicios que estén adecuados a la demanda. LEAD tiene que satisfacer las necesidades de la comunidad local – todo el mundo necesita para ser feliz! Si el programa no funciona para uno de los distritos electorales, el proyecto no funcionará.

¿Las personas desviadas a reducción de daños cometer menos delitos? Este es el primero de un proyecto de cuatro años y los datos serán analizados para comprobar la eficacia del programa, que ya ha arrojado indicadores amplios muy positivos.