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El sistema internacional de
convenciones de drogas no es perfecto, pero durante décadas ha
funcionado. Podemos llevar a cabo una reforma del sistema sin
cambiar las convenciones.

Queremos enfatizar en que los avances
históricos de las neurociencias han mostrado que la addicción es
una enfermedad que se puede prevenir y tratar.

Además las redes delictivas prosperan
esn espacios que no están vigilados y cuando los agentes de
aplicación de la ley y los servicios de tratamiento colaboran
podemos buscar alternativas a la prisión y salvar vidas.

Los estados miembros han desarrollado
mecanismos para enfatizar en los enfoques de salud publica.

Las tres convenciones proporcionan un
marco para un desarrollo mundial holístico.