El proceso de la UNGASS debería ofrecernos un debate político sustancial, no solo técnico. Debemos transformar realidades y dejar de redactar documento tras documento. Este proceso debería exigirnos un planteamiento profundo de nuestras certezas en torno a la fiscalización de drogas. Desde hace décadas estamos unidos para lograr una sociedad libre de drogas, pero no podemos acordar un único diagnóstico al respecto.
Debemos pensar en las personas como sujeto de derecho. Muchos de nosotros estamos convencidos de que droga y delito no están siempre vinculados. Tantos recursos empleados en discutir comas y corchetes, pueden emplearse para debatir como implementamos tribunales de tratamiento de drogas, alternativas al encarcelamiento, como establecemos la proporcionalidad de las penas, como hacemos para que los países que son grandes consumidores de drogas nos impongan políticas o interpreten datos de manera maliciosa.
Desde Argentina seguimos con atención los nuevos enfoques. Creemos y valorasmos la soberanía de cada país, y esto pasa por la descolonización de las políticas neocoloniales y perversas. Debemos combatir el narcotrafico y lavado de dinero con medidas duras y optar por la no criminalización de los pequeños usuarios y de los eslabones más débiles de la cadena.
Persona como sujeto de derecho nos permite ver al ser humano, su relación con la comunidad y con las estructuras. El problema de las drogas en un problema de salud social y en este sentido coincidimos con la JIFE y no siempre nos pasa, que en su informe anual indica que la pobreza, la desigualdad social y marginalización repercuten en el problema de las drogas tanto en la oferta como en la demanda.
El Plan País busca un abordaje integral de reinserción social para prevención de addiciones, así e
70 puntos comunitarios, 60 centros de prevención local de las adicciones, 50 casas educativas terapéuticas.
Buscamos la reintegración frente a aislamiento, regulación frente a abstinencia, un modelo de desarrollo humano frente a un modelo prohibicionista, un desarrollo económico sin fondos buitres, rompiendo el paradigma de pocos con mucho y muchos con nada, ofreciendo opciones de vida distinta a las mulas. Buscamos dejar de descriminalizar la pobreza. Locura, dijo Albert Einstein, es hacer la misma cosa una y otra vez esperando tener diferentes resultados.