Sabino Mendoza, coordinador nacional del CONALTID, Bolivia.
El objetivo del estudio es estimar la cantidad del consumo de hoja de coca en Bolivia.
Como antecedentes queremos mencionar otras investigaciones y internacionales – que nunca fueron patrocinadas por el estado boliviano – como la Convención Internacional en el Tráfico de Opio y Cocaína, de 1925: Permitía la importación y exportación en bruto de la hoja de coca. El 15 de abril de 1932, Bolivia firmó este convenio.
La coca bruta se considera cocaína en 1931. Bolivia no es signatario de. Después de un largo proceso a solicitud de Perú, en 1947 se analiza la hoja de coca en su estado natural. En 1950 la ONU declaró el consumo de la hoja de coca como un hábito que no produce adicción, y considera su valor nutritivo por su contenido en vitaminas. En 1961, la Convención de Estupefacientes de la ONU, aprobó la prohibición de la hoja de coca y ordena su erradicación en los siguientes 25 años. En 1972,
En los años 80 un estudio antropológico fue realizado en seis áreas rurales andinas. El estudio mostraba que el 83% de la población indígena masticaba coca.
Marco Ayala, coordinador de la investigación del Estudio Integral de la Hoja de Coca
El objetivo del estudio es generar información de la demanda para adecuar la producción. Línea base para monitoreo de la producción y de la comercialización. Se retomaron otros estudios:
- Se realizó una encuesta de hogares.
- Establecimientos económicos
- Médicos tradicionales y naturistas (hay alrededor de 5000 médicos naturistas en el país)
- Incorporación de nuevos consumidores a la hoja de coca
- Historia antropológica y cultural de la hoja de coca
- Productividad media en las dos regiones productoras de hoja de coca en el país.
Estos estudios han permitido que se presente una serie a partir del año 2006. En Bolivia tenemos información sobre el flujo de los mercados, desde su producción y acopio a su distribución en los mercados de distribución final.
El tamaño de la muestra de encuestas de hogar es significativa (12.000 hogares, 36 establecimientos económicos, 400 minoristas y cientos de productores….) También se investigó la producción de caña, castaña, explotación de hidrocarburos, etc. que son actividades económicas que aportan el 43% del PIB en Bolivia.
Tres de cada diez personas consumen hoja de coca de forma habitual en Bolivia. El consumo de los hombres es del 78%, el de mujeres 22%. En el área urbana se consume el 67% y en la rural el 33%. Esta diferencia es especialmente significativo en entornos agrícolas/ganaderos y de explotación minera.
El 19,138 toneladas anuales son demandadas por los consumidores de hoja de coca en el país. La demanda ha sido desagregada por actividad económica: agricultura, ganadería, construcción , minería.
El 86% de la demanda de hoja de coca está destinada al masticad. El 9% está destinado para usos medicinales. También se hizo un estudio de productividad (rendimiento por hectárea) en tres zonas productoras:
Yugas-Caranavi , Zona del trópico de Cochabamba y Apolo. La estimación media de producción es 1,407 toneladas por hectárea y año.
Felipe Cáceres
Hasta 2012, todos los años la JIFE informaba en plenario que Bolivia no cumplía con las convenciones internacionales, pues la hoja de coca estaba en la lista número 1 de estupefacientes. Si se hubieran seguido las recomendaciones de las Convenciones se hubieran exterminado todos los usos ancestrales de hoja de coca.
En 2009, el Estado de Bolivia aprobó en su Constitución el derecho a la hoja de coca.
En 2012, Bolivia fue expulsada de la Convención de Estupefacientes. Muchos pensaron que la cuestión estaba perdida. En 2013, solicitamos la readmisión a la Convención Unica de Estupefacientes para que se nos respeten los derechos sociales y culturales. Quiero agradecer a muchos países amigos que nos dieron la oportunidad de mostrar la política coherente que estabamos proponiendo y fuimos readmitidos en la Convención con la excepción del acullico.
Si bien por tema cultural solo se requieren 15,000 hectareas de cultivo tenemos un excedente de 10,000 hectáreas que se desvía. En Bolivia contamos una ley sobre estupefacientes, la Ley 1008, que determina las zonas donde está limitado el cultivo.
La nueva política y el exito que tenemos en Bolivia tiene sus frutos en base a un nuevo enfoque y visión. En los años 80 se implementaron políticas militares y de aplicación de la ley que iban dirigidas al productor de hoja de coca, generando violencia y abuso a los derechos humanos. Hoy en día planteamos diálogo y concertación.
El mercado de palmito, banano, piña… ha permitido el desarrollo de cultivos alternativos, pues no se trata solo de producir sino también de poder colocar en mercados. Argentina y Venezuela (en el marco del ALBA) han sido un gran apoyo al importar significativas cantidades de estos productos.
La ONUDD está llevando a cabo verificaciones de campo, que sirven de base para la reducción de cultivos excedentarios de coca en el país, gracias a la fuerza de tarea conjunta. La República de Brasil ha ayudado a la erradicación de hectáreas de hoja de coca excedentaria, así como a identificar satelitalmente cultivos.